OBS: Un pequeño ejercicio, producto del seminario on line "Arte y cultura en circulación. Crear y compartir en tiempos digitales", organizado por el TEDIC.
Lease en chiste del ejercicio: a. elegir noticia, b. reflexión sobre la misma
Sinopsis de la noticia seleccionada:
Lease en chiste del ejercicio: a. elegir noticia, b. reflexión sobre la misma
Sinopsis de la noticia seleccionada:
En Alemania, un grupo de
profesores pertenecientes a distintas escuelas secundarias de Berlín, desarrolla
un libro escolar colectivo on line de acceso gratuito. Los maestros se valen
del mismo para el intercambio de materiales de clases, y logran enriquecer sus programas
de estudio a partir de la lectura y el intercambio de sus propuestas, con la de
los demás colegas. De este modo, se logra que cada clase disponga de una
diversidad de materiales y propuestas pedagógicas, situación que facilita el
aprendizaje de los alumnos.
La iniciativa, nace de la
insatisfacción de un profesor de biología y un informático con los programas
escolares oficiales de su institución educativa.
A partir de los primeros
resultados, el grupo de docentes que trabaja con la plataforma (denominada
O-MAT), señala que la misma ha sido inspirada en la experiencia de Wikipedia,
pero que a la vez, el grupo de docentes-administradores de O-MAT plantea
sustituir a Wikipedia a posteriori: "A menudo nos encontramos con que los alumnos
e incluso nosotros, los profesores, acudimos a Wikipedia en busca de material
para ampliar temas o para estructurar el contenido en formatos más accesibles
para los chicos. Pero Wikipedia no es una fuente suficientemente fiable porque
cualquiera puede aportar lo que le parezca, sin supervisión alguna. La
diferencia es que en O-MAT todo el material ha sido aportado por profesores,
que no somos infalibles pero que ofrecemos algo más de credibilidad, de modo
que es material más fiable", sostiene Heiko Przyhodnik, uno de los
impulsores de la iniciativa.
El artículo rescata,
principalmente, la preocupación del equipo de docentes por la supervisión de
los conocimientos creados en estas plataformas de libre acceso, junto con los
problemas que se dan a parir de que más usuarios ingresan a la plataforma, y
eso dificulta la verificación integra de cada uno de los documentos generados.
Ver artículo completo en: http://www.elmundo.es/elmundo/2013/09/04/navegante/1378299931.html
Reflexión:
En sus orígenes, el
enciclopedismo fue un movimiento intelectual-pedagógico que tenía por objeto
principal, lograr la aglomeración de saberes en un resultado material concreto:
La enciclopedia. Esta última, se planteaba como resultado final del ejercicio
de análisis y procesamiento de múltiples conocimientos acumulados por siglos de
historia. La intención final y/o principal de este ejercicio intelectual, era
el de la divulgación científica.
Sus orígenes se remontan al siglo
XVIII. De la enciclopedia se encargaron, desde sus principios, los
enciclopedistas. La formación especializada y la acumulación sistemática de
conocimientos y capital intelectual de estos hacedores, dan cuenta del
enciclopedismo como una labor elitista, desde el vamos. Y es que “hacer
enciclopedia” era una labor de mucha rigurosidad, labor que sólo podría ser
concretada (así como fue concebida) por las elites intelectuales y el establishment académico
de los centros del saber de la vieja Europa.
El “hacer enciclopédico” fue
cambiando, puesto que las propias condiciones de la humanidad que gestó esta
práctica, cambió. Revoluciones y reformas en campos tan complejos como el económico,
político, social, legal, ideológico, ético, tecnológico, fueron reconfigurando
conceptos que nos parecían atemporales y unívocos. Los conceptos se modificaron
porque las prácticas mismas se modificaron. Y la construcción del conocimiento
no escapó a esta ola de cambios.
El avance de las nuevas
tecnologías, es de forma simultánea, causa y consecuencia de la deconstrucción
del ejercicio de la construcción del conocimiento. Uno de los productos
concretos de esta deconstrucción de la arquitectura que diseña los saberes, son
las enciclopedias virtuales, de libre acceso para consulta y producción al público
interesado. Y cuando pienso en esta definición (producción libre, acceso libre),
inevitablemente una palabra se me viene a la mente: wikipedia.
En Wikipedia, todos somos
enciclopedistas potenciales. Mis padres, tus padres, nuestros amigos, nuestras
parejas, nuestros vecinos, amigos y enemigos. Toda persona capaz de acceder a
un ordenador y conocer el manejo básico del mismo. Podemos, no solo acceder,
sino crear información y compartirla. El ejercicio de la construcción de
saberes y la puesta en circulación de los mismos, el enciclopedismo de los
enciclopedistas, pasa a ser una práctica de nuestra vida cotidiana, más allá de
que contemos o no con los cánones consagrados en la academia de hoy.
Sobre el punto discutido en el artículo
que fue de mi elección, acerca de la fiabilidad de estas plataformas virtuales
de creación de conocimiento compartido para consultas académicas, pongo a pie
las siguientes consideraciones:
1.
1. Creo
que para hablar sobre algo, cuanto menos, debemos tener conocimiento de causa.
No soy una detractora de la academia, y hasta he ingresado en el anquilosado
juego de jerarquías que esta construye, con cada postgrado que aparece.
Considero que la incorporación y creación de nuevos conocimientos, implica una
labor de formación rigurosa y sistemática para quienes estén interesados en
producir saberes nuevos. Para escribir sobre algo, debemos investigar a ese
algo, estudiarlo, conocerlo. De lo contrario, nuestras palabras no se
justificarían, o hasta serían impertinentes.
2
. Ahora bien, lo interesante en la creación y
consolidación de todas estas plataformas virtuales, parte del echo en que la
construcción del conocimiento se democratiza a través de las mismas. Quizás yo
no sea una magister en ciencias sociales, o no cuente con un doctorado en
Sociología, pero cuanto menos cuento con experiencia en investigación en el mencionado
campo, y cuento con las herramientas necesarias para iniciar un abordaje, línea
de investigación, reflexiones preliminares, etc, a un objeto de estudio de mi
interés. No seré una “enciclopedista” con todas las letras. Pero algo sé y ese conocimiento
me permitiría empezar a producir otros conocimientos (Diderot, padre del
Enciclopedismo, no se hizo en un día). Así también, existen personas que, sin
pertenecer al sistema de jerarquías de una universidad, cuentan con un caudal
de conocimiento y de trabajo en áreas de reflexión. (la universidad, ¿es
garantía última y única de aprendizaje?)
3. Mediante
estas plataformas virtuales, uno no solo es creador o divulgador de información,
sino también (o principalmente) es crítico a lo que lee. Justamente, la
naturaleza “abierta” de estos canales de información, desarrolla en nosotros mismos el ejercicio de
la crítica constante a la información que estamos leyendo. Si anteriormente, el
enciclopedista era una figura incuestionable (una suerte de intocable, cuyas
declaraciones tenían carácter de dogma de fe), hoy en día, los lectores de
estas plataformas nos vemos en la exigencia inexorable de verificar las
afirmaciones de estas plataformas, y hasta contrastarlas con las nuestras. Esto
genera una dinámica de mayor búsqueda de información, y por ende, mayor adquisición
de conocimientos.
4
. Muchas
veces, la situación descripta en el punto 3, obliga a los potenciales “enciclopedistas”
cibernético, a una mayor rigurosidad en la redacción de sus producciones, generándose
así un “mayor compromiso” con la creación de saberes. Generamos así, dinámicas
que tornen creíble nuestro trabajo (mayor empeño en el entramado de citas y
fuentes, por ejemplo)
La democratización del conocimiento, no solo implica el
acceso a saberes. También implica generar posibilidades reales y concretas de
que más personas puedan contar con canales para la producción y discusión de los mismos. Hay, en todos nosotros,
un potencial autor o enciclopedista. Y así también, existe o debería generarse,
un lector crítico, curioso, cuestionador y hasta fiscalizador de toda forma de
información que va a parar a sus manos.
Super de acuerdo con lo que planteás, en especial con la importancia de ser lectores activos y críticos. Y agrego que las declaraciones del docente en el diario "El Mundo" están cargadas de prejuicio. Cuando dice que "Wikipedia no es una fuente suficientemente fiable porque cualquiera puede aportar lo que le parezca, sin supervisión alguna", no conoce cómo funciona en realidad Wikipedia. Es cierto que cualquiera puede editar en Wikipedia, pero existen usuarios experimentados (llamados bibliotecarios) que revisan constantemente las actualizaciones recientes para eliminar el vandalismo, fakes, corregir errores de formato, etc.
ResponderEliminarSaludos!
Muchas gracias Jorge por tus palabras. Saludos!
Eliminar