... no buscará lo legal, sin lo justo... (Rafael Barret)



porque a mi entender, la justicia nunca ha estado en los tribunales

Porque la justicia, como muchas otras cosas, no es más que una idea abstracta que espera concretizarse en el accionar de los oprimidos

Porque la justicia le toca a quien la busca y a quien la piensa, y a quien la nombra

La justicia no es letra muerta, es un accionar cotidiano que busca justamente, descentralizar el poder

Porque la justicia no la construyen los dioses ni los reyes déspotas (mal llamados “gobernantes” o “poderes del estado” en las democracias occidentales modernas), no viene de arriba, sino de abajo

Porque es un error pensar que solo la conocen... los abogados (¿?)

Porque la idea de justicia ha cambiando con el tiempo, con las luchas, con los aprendizajes

Por esa y otras razones, este blog.

Con ganas de preguntarnos y re pensar, a partir de las ciencias sociales, noticias, comentarios, ensayos y demás, la siempre presente idea de la justicia

lunes, 30 de septiembre de 2013

Sobre piratería, discursos y CDE

#tarea #encirc13 #clase 4

El artículo no establece una diferencia clara entre piratería y falsificación. Esto podría deberse a una de dos: O el periodista desconoce la diferencia entre ambos conceptos. O bien, justamente busca valerse de la ausencia de debate público en torno a esta temática. Ausencia que desemboca en un desconocimiento de los conceptos, lo cual facilita la instalación de discursos estigmatizadores capaces de instalar la idea de la piratería como algo estrictamente inmoral.

Lo curioso del caso parte no solo del clásico discurso estigmatizador, sino de un ingenuo intento de comparar países tan disimiles en su nivel de producción y consumo de bienes culturales. China con países latinoamericanos, y Paraguay entre ellos, presuponiendo que los niveles de consumo de Paraguay en piratería y/o falsificación podrían equipararse con varios de los gigantes mencionados. Según la nota de ABC Color:

“[…]"Estos mercados no sólo hieren a los trabajadores y negocios en EE.UU., también representan una seria amenaza a los empresarios y la industria alrededor del mundo", advirtió Kirk […]

 ¿Es Paraguay (país pequeño con poquito más de 6 millones de habitantes, 39% de su población en margen de pobreza y 20% en extrema pobreza) un peligro para los mercados mundiales? ¿Es CDE (Ciudad del Este) una célula del cáncer infalible que acabará con la industria cultural? Estas afirmaciones, lejos de sonarme racionales, pueden ser consideradas fácilmente apocalípticas… innecesariamente apocalípticas. Hollywood goza de MUY buena salud, al igual que NIKE, Apple y muchas otras empresas y emprendimientos, a pesar de la piratería y falsificación que podamos encontrar en CDE.

Si bien es cierto que CDE se ha caracterizado por la producción de copias piratas y falsificación de productos, también es cierto que la misma constituye uno de los principales pulmones económicos del país. Entonces, a la hora de “buscar culpables” a la problemática (para los que quieren verla como problemática) de la piratería y/o la falsificación, ¿sobre quién deben recaer los castigos? ¿sobre los comerciantes? ¿sobre los compradores? ¿sobre las políticas complacientes de instancias del estado que hacen la vista gorda a los grandes productores del negocio? ¿Quiénes tienen “más culpa que otros”? ¿cuál es la alternativa para CDE, una ciudad eminentemente comercial y que ha sabido moverse a partir de estos rubros?

Eso por un lado. Y por el otro…

No simpatizo con la idea de considerar a la piratería un crimen. Y no lo hago, simplemente porque considero que en muchos casos (no en todos, pero si en numerosas ocasiones) la piratería ha sido una forma de justicia con los consumidores que no pueden pagar por un bien que desean y merecen consumir. Tal como lo señala Gemetto, “La piratería es hoy, en la mayor parte del mundo, la forma más extendida de acceso a la cultura y el entretenimiento”.

Muchas veces, el discurso estigmatizador contra la piratería se ha solventado en la ausencia de información para los consumidores, como en el caso de algunas producciones nacionales (como son las películas o la industria de la música). Supongamos que el estado financia la producción de una película o la grabación de un disco de músicos reconocidos (financiamiento que se realiza con dinero público aportado de forma directa o indirecta por todos los ciudadanos). De momento en que cibernautas realizan una simple descarga del material señalado tiempo depsués, el discurso estigmatizador empieza a hablar de “alta traición a la patria” y “falta de apoyo a lo nacional”. No estamos hablando de la venta ni distribución de este producto, sino de la simple descarga con la intención de disfrutar de un bien cultural (el cual, repito, se financió de forma parcial o total con dinero público).  En casos como estos ¿puede el consumidor hacer su reclamo, a partir de la premisa de que “lo público es de todos”, o basarse en la lógica de “si yo pagué de forma indirecta por esto a través de mis impuestos me corresponde? ¿por qué en casos como estos, normalmente 
no se informa al consumidor sobre las fuentes de financiamiento de la película?


Son algunas preguntas al aire, con relación a este tema, tan necesario de ser debatido.

2 comentarios:

  1. Me encantó el post, Paola! Coincido en que hay un uso ambiguo (y probablemente malintencionado, viniendo, como viene, de alguien que debería conocer bien los términos, como es el jefe de la Oficina de Representantes de Comercio de Estados Unidos) de la palabra piratería.
    Por otra parte, enfocar el tema de Ciudad del Este pidiendo meramente castigos (como se hace en la nota), es no entender nada sobre la realidad social de la ciudad. Al respecto, es interesante la experiencia de Ecuador: http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2012/12/121213_cine_y_pirateria_en_ecuador_pm.shtml

    Saludos!

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    1. Gracias Jorge, Miro el artículo que me pasaste
      Saludos!

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